Hacía tiempo que no iba al bosque de Valorio, el pulmón de Zamora. La entrada al bosque se parece más a un parque, con zona de juegos para los niños, canchas de baloncesto, chiringuitos y barbacoas; pero a medida que penetramos en él cambia su aspecto, va ganando terreno la vegetación, aumenta la variedad del arbolado y se vuelve más bosque. Este lugar es muy apreciado por los zamoranos para pasear, por la tranquilidad y por la la paz que transmite. Hoy, lo primero que me encontré nada más cruzar el arroyo fue el polen de los chopos, me dio la sensación de que hubiera nevado, algo nada extraño en esta primavera; las hierbas se mantienen verdes y flores conservan su color. Se agradece ir a la sombra de los árboles, incluso hay sitios que están los copas tan unidas que parece que ha caído la noche de repente. Un paseo por este lugar es muy reparador, caminar sin encontrarte con nadie, oyendo los cantos de los pájaros, acompañados de nuestros pensamientos y disfrutando del entorno.
Antes de regresar subí a lo alto de Valorio y después de haber estado en el interior del bosque me encontré con una imagen nada agradable: las obras del AVE, que van haciendo una hendidura en el paisaje, mientras en paralelo discurre la vía a Galicia, que a medida que pasa el tiempo va languideciendo y más a partir de junio cuando se suprima la línea Zamora – Puebla de Sanabria, pero se comenta que en el futuro desaparecerán los talgos a Galicia, porque se sustituirán por los trenes del AVE. De esta manera se constata que se fomentan las grandes obras y se abandonan las líneas que dan servicio a las gentes más humildes como son los habitantes de los pequeños pueblos de Zamora, que nunca van a coger un AVE porque no lo pueden pagar ni por supuesto van a parar en sus estaciones. De esto ya tenemos experiencia cuando se cerró la línea de la ruta de la Plata, siendo precisamente las comunicaciones con Salamanca las más usadas por los zamoranos, ya que para nosotros Salamanca es nuestra segunda ciudad, en ella se forman nuestros jóvenes y a ella vamos con frecuencia; para que luego nos dijeran que el tren a Salamanca no tenía futuro, cuando los autobuses de esta línea suelen ir llenos.
NOTA: Pinchad para ampliar la imagen.
VALVERDE DE LUCERNA 
«Un paseo por este lugar es muy reparador, caminar sin encontrarte con nadie, oyendo los cantos de los pájaros, acompañados de nuestros pensamientos y disfrutando del entorno.»
É a melhor definição para os passeios que fiz nessas férias tão desejadas e reparadoras… acompanhada de paz e amor intenso!
Que beleza de paisagem e tranquilidade se nota em cada foto, Valverde…
Beijos.
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Así es, Teca, estos paseos tranquilos son curativos y reparadores, animan el cuerpo y el espíritu.
Un beso.
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Un intenso paseo con olor a primavera por este generoso verdor. Me gusta especialmente la foto con el camino. Dan ganas de entrar a recorrerlo. Seguro que llenaste tus pulmones de óxigeno para toda la semana.
Un abrazo
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Bueno, más oxígeno traeré este fin de semana que me voy a Sanabria, además suelo salir diariamente, al menos, una hora, así que cargo las baterías de forma continua.
Un abrazo.
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Una forma sana de cargar las pilas, además de llenarse los pulmones de aire puro y los ojos de belleza.
Un saludo.
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Me gusta caminar, especialmente por lugares como éste, rodeado de árboles y abundante vegetación, lugares tranquilos que los únicos sonidos son los catos de los pájaros.
Un abrazo.
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Magníficas fotos de ese paseo.La naturaleza esta primavera es como un impresionante museo.Las huellas de las obras del AVE tambien las vereis por Sanabria,allí tambien surcan el paisaje.La proxima semana espero verlas.
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Ya les vi el verano pasado cuando fui al Tejedelo de Requejo, eso sí que es una herida en el terreno, es una barbaridad.
Un abrazo.
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Preciosos estos lugares que nos enseñas y que deseo los disfrutes.
El Progreso, no mira o no quiere ver lo que contamina con sus avances.
Me recuerda ese Caballo de Fuego que veían , en el trazado del Ferrocarril, del lejano Oeste.
Saludos, manolo
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Cierto, un caballo de fuego, porque arrasa el terreno por donde pasa.
Un abrazo, Manolo.
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Hay muchas cosas, muchas, sobre las que tendremos que dar cuentas algún día y no tardando mucho, una es permitir que lo mejor de nosotros, esos chavales recien salidos de la universidad con ganas de comerse el mundo tengan que largarse fuera, me extraña como dice Pérez Reverte que no escupan en el suelo antes de coger el avión que los lleva lejos de nosotros y nos priva de su talento, de su juventud, de preparación y lo que es todavía peor, de su compañía, la otra es el abandono cruel y sobre todo idiota e irresponsable del mundo rural…lo lamentaremos. Ya lo estamos lamentando. Las fotos son muy bonitas. Un abrazo
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Coincido contigo respecto al asunto de los jóvenes, tengo tres hijos; de los tres, uno se va a ir en cuanto pueda al extranjero; otro, tiene trabajo desde hace años, pero tiene un futuro incierto y está estudiando inglés y el tercero ha encontrado trabajo este verano, pero y luego…
El mundo rural lleva abandonado desde hace muchos años, nadie ha luchado por los pueblos y ahora la brecha se ha hecho tan grande que parece que no hay retorno, produce tristeza comprobar cómo se vacían los pueblos y se van cerrando puertas de las casas para no volver a abrirse. Una auténtica pena.
Un abrazo, Adra.
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Zamora siempre ha tenido el drama de las comunicaciones, o dicho de otra manera, de las incomunicación con otras (casi todas) zonas de España. Está completamente incomunicada, a no ser por ese Talgo que iba a Coruña (¡uno al día!) que la comunicaba con el noroeste y con Madrid de una forma rápida. Quizás el Bosque de Valorio deba sufrir esa herida si queremos estar mejor comunicados, aunque ya sabes, si no hay rentabilidad (como en el caso de Puebla), adiós muy buenas la línea… Ay, Don Dinero…
Un abrazo, Valverde.
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Zamora por carretera no está hora mal comunicada, falta convertir en autovía la Zamora – Benavente, que es el último tramo de la Ruta de la Plata, algunos insisten en otra autovía por Alcañices a Portugal, pero hay poco tráfico. Por tren es una pena, porque vivo al lado de la vía y apenas hay trenes, además considero que no se han cuidado las comunicaciones por ferrocarril y se ha trasladado el tráfico de viajeros a la carretera. Doy por buenas las heridas si sirven para ayudar al desarrollo pero no lo veo claro, me recuerda un poco a los embalses en el Duero que iba a dar riqueza a los pueblos, al final la riqueza pasa por la puerta camino de otros sitios.
El tren de Puebla lo veo llegar a Zamora con mucha frecuencia y hay días que se bajan dos o tres personas, es verdad que hay pueblos que no tienen otro medio de comunicación, ni siquiera autobuses, excepto en los meses de verano apenas viaja nadie en tren. Don dinero es muy importante y más ahora que escasea, pero habrá que conjugar las necesidades de la gente con el coste económico, no cortar por lo sano que luego da lugar a problemas.
Un abrazo, Marisa.
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Estupendo paseo. Las obras del ave se ven ahora por muchos sitios De Plasencia para abajo también está cambiando el paisaje…para mal.
Un beso.
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Es cierto que el AVE acerca las poblaciones, pero no estoy seguro que el coste de las obras y el uso que luego se haga sea rentable.
Un abrazo, Laura.
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Que belleza, magnifico paseo! Parece de cuentos de hadas.
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Gracias, Marilyn.
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