Los tejos (Taxus) son un género de árboles coníferos de la familia Taxaceae, propios de las zonas montañosas, con ambientes frescos y húmedos.
El Tejedelo ( o Teixedelo) es un bosque de tejos situado en una zona umbría de Requejo de Sanabria. Su valor y su importancia reside en que algunos ejemplares son milenarios y han conseguido durar hasta la actualidad con lo difícil que resulta que especies vegetales lleguen a durar tanto. El bosque tiene varios arroyos y los tejos comparten espacio con abedules, serbales, robles, avellanos, acebos…
Llegar hasta el bosque del Tejedlo no resulta complicado. Se puede llegar llegar en coche por un camino hasta un aparcamiento y caminar unos 5 kilómetros entre la ida y la vuelta.
Lo más impresionante es poder ver esos árboles retorcidos, como ancianos del bosque, que ven y han visto pasar los años, pero ellos siguen estando como guardianes que dan de comer a los pájaros y bajo sus ramas cobijan en invierno a los corzos y jabalíes. Escondidos en el interior del bosque, buscan la humedad que proporcionan los arroyos y de esa manera van creciendo muy lentamente. Hay que detenerse y disfrutar del momento. Es un lugar mágico que invita al silencio.
Es mi árbol, y por Sanabria vive uno llevado por mi desde Cantabria, y creo que está muy bien cuidado.
Un saludo.
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Estoy seguro que lo está.
Un saludo.
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El Tejedelo, creo que si no es por esas fotos, me quedo sin verlo.
Por aquí abajo, no creo se de ese tipo de árbol.
manolo
.
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Claro que hay tejos en Andalucía:
http://waste.ideal.es/arbolessingulares.htm. Un abrazo, Manolo.
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Qué maravilla! Parece un lugar mágico. No, no lo parece, sin duda lo es. Ojalá no desaparezca nunca toda esa belleza que muchas veces destroza la mano del hombre o su imprudencia.
Feliz tarde
Bisous
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Esperemos que la mano del hombre no intervenga nada más que para conservar este bosque mágico con esos árboles impresionantes.
Un abrazo.
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Árvores preciosas e o lugar é verdadeiramente lindo, como de conto de fadas!
Maravilhoso poder apreciar o silêncio desta paisagem tão mágica.
Beijo.
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Gracias, Teca. Eso es importante, el silencio para aspirar el aire de este bosque.
Un abrazo.
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Impresionante… Maravilla de lugar…ahí se respira paz y aire puro amigo 😉
Un beso.
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No te quepa duda, Laura.
Un abrazo.
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Es precioso y, más, si es milenario, puesto que merecen muchísimo respeto y prolongada observación para extraer meditando, toda la magia que guarda en sus entrañas con el paso del tiempo.
En mi pueblo hay tres; dos enrocados y de poca corpulencia y otro más joven al pie del camino. Cuando paso a su lado, siempre toco sus hojas aciculares y romas.
Saludos
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Pues estos dan respeto, sus ramas parecen largos brazos. Si se viniera de noche pensaríamos en seres mágicos o en brujas.
Un abrazo.
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Ni que lo digas hay que proteger los bosques y todo aquello que los rodea, excelente trabajo, muy buena toma¡¡
Saludos.
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Gracias por tu comentario.
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Aparte de su belleza intrínseca, saber que algunos ejemplares ya daban sombra en tiempos del Cid impresiona.
Un saludo.
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Exacto, que árboles duren tanto como un templo románico y que la naturaleza y el hombre los hayan respetado, supone algo extraordinario.
Un saludo.
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