Esta es la historia de un pueblo, que como tantos en España, fue inundado por las aguas del embalse de Almendra en el río Tormes el 17 de septiembre de 1967. Según algunos vecinos las indemnizaciones fueron una miseria, casi un o lo tomas o expropiación por menos dinero, por lo que sus vecinos tuvieron que abandonar sus raíces, el lugar donde habían nacido pero donde no iban a poder ser enterrados.
En este enlace se narra en cinco minutos cómo fue aquel trauma para los 400 habitantes, le tiraron sus casas, los tejados, dejaron el cementerio bajo una losa de hormigón, le incendiaron los pajares y dinamitaron la torre de la iglesia. Muestra fehaciente de la avaricia de Iberduero y el apoyo de las autoridades franquistas, sin ninguna consideración con los habitantes. No dejéis de escucharlo.
Reportaje en Radio Nacional de España sobre Argusino.
Al cabo de un cierto tiempo, por iniciativa de algunos vecinos comenzaron a edificar un pequeño santuario en las cercanías de Argusino, hoy convertido en ermita, donde el primer domingo de mayo se reúnen tanto vecinos, descendientes o habitantes del entorno para recordar y celebrar un día de romería: La Romería de la Santa Cruz.
Hoy, 50 años después, son bastantes los que luchan por mantener la memoria de su pueblo, acuden de forma periódica al lugar y señalan el sitio que ocupaban las diferentes edificaciones y cortinas que asoman cada vez que se produce una sequía prolongada, que permite ver las ruinas del pueblo así como los esqueletos de los árboles, que como fósiles, se resisten a desaparecer aunque permanezcan bajo los aguas.
Lo cierto es que los vecinos de Argusino no tuvieron ni siquiera la recompensa de que el embalse llevara su nombre, siendo el único anegado por las aguas, sino el de Almendra, pueblo salmantino situado a 5 kilómetros de la presa.
Siendo niño el nombre de este pueblo siempre lo he asociado a una señora, llamada Agustina, que tuvo en su casa a mi hermana mayor cuando tuvo que ir a la escuela. Hace pocos años conocí a un compañero que es descendiente de este pueblo y que colabora activamente en la conservación de la memoria de su pueblo.
Durante este verano y otoño escuché con mucha frecuencia que el nivel de las aguas había bajado tanto que se podían contemplar muchas construcciones. Dejé pasar el tiempo y decidí ir a verlo. Era domingo por la tarde y en sus inmediaciones había gente paseando por la zona, localizando fincas o restos de construcciones. A mí me impactó ver las fincas delimitadas, caminos entre unas y otras, pero sobre todo ver los árboles, convertidos en fantasmas pero en pie, como los lejanos restos de la vida que tuvo Argusino.
Añado diferentes enlaces que me han aportado información y que pueden ayudar a entender la historia de Argusino.
Los últimos días de Argusino. La Opinión de Zamora.
twitter de Argusino vive. @argusino vive
Argusino, el pueblo que quiere liberar sus almas de un pantano. El Confidencial.
Otra localidad más cuyos habitantes tuvieron que dejar por razones de peso, especulación o necesidad; pero, como suele ser la norma, sin tener en cuenta a esos moradores expulsados.
Un saludo.
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Hasta tal punto que dinamitaron la torre de la iglesia y no se conformaron con dejar las viviendas bajo el embalse sino que convirtieron las viviendas en rinas y les pagaron una miseria. Huo personas que se suicidaron.
Una cosa es expropiar y otra expulsar a unos habitantes de un humilde pueblo de Sayago de mala manera y todo por la avaricia.
Un saludo.
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Tremenda realidad que sufrieron muchos pueblos. Tu reportaje es magnífico. Mi enhorabuena y muchas gracias.
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Gracias a ti por tu comentario.
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Sobre este tema leí lo que Julio Llamazares escribió hace años en uno de sus libros
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He clicado sin terminar por error. De cualquier manera intentaba recordar el título, pero no lo consigo, seguramente que lo conocerás. Gracias, Valverde y un abrazo
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Lo tengo en mi kindle para leerlo. Se titula «Distintas formas de mirar el agua» . Muy triste para los habitantes de los pueblos o de cualquier luagar cuando tienen que irse del lugar donde han vivido.
Gracias por tu comentario.
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Otra tiriste historia como la de Granadilla , el pueblo abandonado,extremeño, que sus vecinos tuvieron que abandonarlo, solo que allí el pueblo no se cubrió de agua, sí está rodeado.
Buenas fotos valverde.
Buen martes.
Besos.
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¡Cuántos pueblos desparecieron para contsruir las presas, aunque no fueron tratados de la misma forma! Muchas gracias por tu comentario, Laura.
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Ser expulsados del lugar en el que se ha vivido debe ser muy triste. No es solo la casa, son las calles, los lugares en los que jugabas, los olores que percibías. Ese desarraigo que no tiene precio.
Besos
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Ningún precio y más si derriban las casas, incendian los pajares, tiran los tejados… Es traumático.
Es injusto privar de esa manera a unos vecinos de su pueblo.
Muchas gracias por comentar.
Un beso.
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Toda uma história esvaída… que triste…
Um beijo
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Cierto, bastante triste.
Un beso.
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Buen reportaje, Valverde. Cierto, es una historia como muchas otras…. y todas merecen ser contadas, mantener la memoria de esos pueblos sacrificados con razón o sin ella.
Fantástica la primera foto.
Abrazos, Valverde
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Pues eso pienso, son historias repetidas en muchos pueblos de España, pero hay que resucitar las historias y no olvidarlas. Muchas gracias, Xibeliuss.
Un abrazo.
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